¡Café chino! Apple no está en la lista de proveedores que han recibido la aprobación de las autoridades chinas para suministrar aparatos electrónicos al gobierno comunista.
El portal de noticias económicas Bloomberg aseguró que, según “funcionarios chinos con buen conocimiento del asunto”, se trata de una prohibición relacionada con la posibilidad de que los teléfonos y las tabletas de la compañía de Cupertino puedan servir en operaciones de espionaje dirigidas por los Estados Unidos. A consecuencia, las distintas autoridades consulares y del del Ministerio de Asuntos Exteriores están utilizan exclusivamente por los de la marca china Coolpad. ¿No sabrán que Xiaomi existe?.
No obstante, la revista china Caixin aseguró ayer que la exclusión de Apple del grupo de empresas cuya tecnología sí se puede adquirir con fondos públicos no se debe a esa razón sino a una mucho más peregrina: la multinacional americana no presentó los documentos solicitados por el Gobierno, algunos de los cuales están relacionados con la eficiencia energética de los diez productos prohibidos. Según esta fuente, los responsables de la redacción de la lista revisarán el caso.
Esta tensa situación llega en un momento muy delicado para las compañías tecnológicas extranjeras en China, que han recibido reiteradas acusaciones de espionaje desde que Edward Snowden reveló la existencia de PRISM, el proyecto estadounidense diseñado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para apropiarse de todo tipo de información.
Con esta excusa, Pekín ha excluido de la lista de proveedores de software para computadoras gubernamentales a importantes desarrolladores de antivirus, como la estadounidense Symantec y la rusa Kaspersky, y en su lugar han entrado cinco marcas chinas.
El agua derramada incluso llega a Redmond, el sistema operativo de Microsoft Windows 8 también ha quedado prohibido, aunque la versión anterior Windows 7 sí puede ser utilizada y este caso parece tener más relación con el enfado que ha provocado el final del soporte técnico que la empresa daba a los usuarios del sistema XP.
Curiosamente, en Estados Unidos también se acusa a empresas chinas, como ha sucedido con el gigante de las telecomunicaciones Huawei, de espiar para el gobierno chino. No obstante, muchos consideran que detrás de esta guerra se esconden motivos económicos.
Ambas superpotencias buscan proteger una industria clave para el desarrollo y la innovación. En cualquier caso, la exclusión de la lista no supondrá un gran varapalo para Apple, cuyas ventas en China crecen a buen ritmo: está cerrando acuerdos para vender el iPhone a través de las tres operadoras de telefonía del país, colocó un 51% más de iPads en el segundo trimestre, y la división de ordenadores creció un 39%.